Quiero empezar la entrada de hoy con mi más sincero agradecimiento. Ya se que estas palabras pueden aburrir a algunas, pero las bloggers saben exactamente cómo se siente la autora de un blog que ve cómo éste crece día a día y recibe el cariño y el apoyo de las internautas.
Cada blog nace por una razón, muchas comunes y en la que todas podemos coincidir. Sin embargo, cada uno de ellos esconde de manera tímida un motivo más enraizado que se materializa esta ventanita en el ciber espacio como una vía de escape.
En menos de tres meses Envuelta en Crema se ha convertido en uno más y siente una profunda acogida por vuestra parte. Si no me siguiérais, comentárais y diérais ideas, lo más posible es que el blog hubiera tenido los días contados. No ha sido así (al menos, de momento) y habéis logrado proporcionarme una gran alegría, algo que, para qué negarlo, me hacía falta.
Reconozco que doy mi opinión real de los productos que uso sin querer, bajo ningún concepto, ser políticamente correcta con las distintas marcas. No colaboro con ninguna de ellas y no tengo la necesidad de confundiros ni incitaros a probar un potingue que carece de calidad y que incumple sus promesas. Plasmo lo que pienso y la experiencia que he tenido. Esto no significa que mi planteamiento sea el único válido y no tenéis que estar de acuerdo. Es más, con las opiniones de unas y de otras y los diversos consejos, podemos ampliar nuestro abanico de posibilidades y hacer las cosas cada vez mejor. Y como me niego a estar fea (sin que estar guapa repercuta en la inteligencia) no dudo en captar de vuestras entradas todo aquello que puedo aplicar sobre mí misma para mejorar mi imagen. Así que valoro especialmente las advertencias y me encanta cuando encuentro un post en el que se dicen verdades como puños. Con todo ésto, quiero deciros que siendo tan crítica, más me congratula que sigáis ahí.
Bien, acabado el turno de agradecimientos, pasamos a la entrada de hoy. Os voy a presentar cuatro potingues que me han decepcionado. Se trata de los siguientes productos:
Cada blog nace por una razón, muchas comunes y en la que todas podemos coincidir. Sin embargo, cada uno de ellos esconde de manera tímida un motivo más enraizado que se materializa esta ventanita en el ciber espacio como una vía de escape.
En menos de tres meses Envuelta en Crema se ha convertido en uno más y siente una profunda acogida por vuestra parte. Si no me siguiérais, comentárais y diérais ideas, lo más posible es que el blog hubiera tenido los días contados. No ha sido así (al menos, de momento) y habéis logrado proporcionarme una gran alegría, algo que, para qué negarlo, me hacía falta.
Reconozco que doy mi opinión real de los productos que uso sin querer, bajo ningún concepto, ser políticamente correcta con las distintas marcas. No colaboro con ninguna de ellas y no tengo la necesidad de confundiros ni incitaros a probar un potingue que carece de calidad y que incumple sus promesas. Plasmo lo que pienso y la experiencia que he tenido. Esto no significa que mi planteamiento sea el único válido y no tenéis que estar de acuerdo. Es más, con las opiniones de unas y de otras y los diversos consejos, podemos ampliar nuestro abanico de posibilidades y hacer las cosas cada vez mejor. Y como me niego a estar fea (sin que estar guapa repercuta en la inteligencia) no dudo en captar de vuestras entradas todo aquello que puedo aplicar sobre mí misma para mejorar mi imagen. Así que valoro especialmente las advertencias y me encanta cuando encuentro un post en el que se dicen verdades como puños. Con todo ésto, quiero deciros que siendo tan crítica, más me congratula que sigáis ahí.
Por todo ello, la única manera que tengo de agradeceros vuestros gestos a través de la red, es prepararos un sorteo muy especial: el sorteo 500 SEGUIDORES. Aún no he llegado a 500 y proclamarlo, quizás sea una actitud optimista. Pero la cifra está más cerca de cinco veces cien que de 400, así que aplicamos la regla del redondeo que tanto nos gusta a los periodistas.
Es el primer sorteo así que estoy manos a la obra para intentar hacerlo lo mejor posible y elegir regalos que puedan gustaros a todas, sobre todo al perfil que más abunda: bloggers de belleza y moda. Así que pronto publicaré en qué consistirá. Estad bien atentas, porque me gustaría que participárais todas.
1. Elixir 7.9 de Yves Rocher (serum facial)
2. Jet Dry de Kiss (top coat)
3. Ultra nourishing reapairing lip balm de Rexaline (bálsamo labial)
4. Nail Polish Corrector Pencil de Essence (lápiz corrector de esmalte con acetona)
1. Elixir 7.9 de Yves Rocher
Este serum es el producto del año de Yves Rocher. Lo compré porque prometía mejorar el aspecto de la piel. Se aplica con el rostro limpio y antes de la crema hidratante. Cuesta 34 euros, aunque lo adquirí al 50%.
¿Qué ha pasado entonces? Aunque la textura es líquida, lo cierto es que sobre la piel es una especie de pegamento que acartona la cara.
Me sentó tan mal que el producto fuera una santa porquería que, aunque hay productos de Yves Rocher que me gustan, son sustituibles por otros de otras marcas, así que no volvería a comprarles nada más. Sin embargo, lo llevé a la tienda y no me devolvieron el dinero pero me dejaron cambiarlo por otro producto. Así que elegí otras cosas que necesitaba. Las chicas fueron amables y comprensivas, por lo que me volverán a ver por allí cuando me haga falta algo.
2. Jet Dry de Kiss
Estamos ante un top coat que acelera el secado del esmalte de uñas y lo fija. Pues bien. La manicura que os enseño a continuación me la hice un domingo por la tarde y el martes por la mañana así acabaron mis uñas:
Ni fregué, ni me mordí las uñas, ni hice nada que pudiera dañar el esmalte:
Desde luego, para los 7 euros que me costó, si no recuerdo mal, no se puede permitir ser un producto tan malo. Ahora no se qué hacer con él, porque no lo puedo usar para nada y está el bote nuevo.
3. Ultra nourishing reapairing lip balm de Rexaline
Este bálsamo labial, además de hidratar y reparar la piel de los labios,
se encarga de impedir el envejicimiento de los mismos. Pues bien, ni
idea de si cumplirá su función porque aplicarse eso o meter los morros
en un bote de miel cuando está bien dura y grumosa, es lo mismo.
Lo
compré con descuento (creo que fueron 10 euros en la tienda Sephora del
centro de Sevilla) porque una de las chicas me dijo que era un producto
carísimo y buenísimo. Es más, insistió en que "en cuanto lo pruebes,
vienes luego a por otro para no quedarte sin existencias. Llévate dos".
Menos mal que solo le hice caso en llevarme uno y no dos, porque no lo
aguanto en los labios: ni su textura, ni su olor empalagoso, ni nada de
nada... me pesa en los labios y no deja una buena sensación. Tampoco se
ven los labios bonitos ni te los puedes pintar a continuación.
Cuando vuelvo a esa tienda, hago lo imposible para que no me atienda esa vendedora. Ya no me fío de ella y no me da confianza. Hay otra que no suelta ni una muestra aunque te gastes 80 euros. Esas dos están tachadas y recurro a otras chicas que me tienen ganada.Al pobre bote, sin culpa de no valer nada, lo tengo en la mochila del gimnasio, para una emergencia.
4. Nail Polish Corrector Pencil de Essence
Se trata de un corrector de esmalte con acetona. Para mí, se ha convertido en un producto imprescindible. Además, trae puntas de repuesto.
Yo pensaba que el repuesto era para tener una punta para cada color de esmalte o por si se estropea alguna. El caso es que las puntas se estropean con tan solo un uso y pagar tres euros para eso... no lo volveré a comprar. Así se queda la punta:
Tengo que buscar otro producto igual low cost, pero no doy con la clave. ¿Sabéis de alguno?
¿Amáis algunos de estos productos
que me han puesto negra? ¿me podéis hacer alguna
recomendación para sustituir a estas calamidades potinguiles?
que me han puesto negra? ¿me podéis hacer alguna
recomendación para sustituir a estas calamidades potinguiles?
¡Espero vuestros comentarios! ¡Besos!