Inglot siempre la vi como una marca bastante cara. Mientras que otras competidoras como NARS o MAC lo son también e incluso más, siempre parece que a las amantes de la belleza no les importa pagar su precio. Pero en el caso de Inglot, a pesar de no ser low cost precisamente, sí que importa. Eso sumado a que no es fácil de conseguir, puesto que no se comercializa en todas las perfumerías y no la tiene el Corte Inglés (por lo menos hasta lo que sé) hacía que siempre se quedara en la recámara de mis posibles deseos.
Su alto precio sumado a que había coincidido que una vendedora en Sevilla que no me había tratado bien -sin motivo real- ni había tenido un mínimo de cortesía, hicieron que las ganas de comprar se quedaron reducidas a nada. Así que lo dejé pasar y dio la casualidad de que viajé a Polonia y allí la marca es baratísima, por lo que no dudé en comprar algunos productos, entre los que incluí cinco sombras de ojos por las buenas críticas que leía de ellas. Puedes ver mis compras en el post Qué maquillaje y cosmética comprar en Polonia.
Cantidad:
3,2 gramos
Precio:
Su alto precio sumado a que había coincidido que una vendedora en Sevilla que no me había tratado bien -sin motivo real- ni había tenido un mínimo de cortesía, hicieron que las ganas de comprar se quedaron reducidas a nada. Así que lo dejé pasar y dio la casualidad de que viajé a Polonia y allí la marca es baratísima, por lo que no dudé en comprar algunos productos, entre los que incluí cinco sombras de ojos por las buenas críticas que leía de ellas. Puedes ver mis compras en el post Qué maquillaje y cosmética comprar en Polonia.
Sombras 395, 154, 402 , 344 y 357 |
Cantidad:
3,2 gramos
Precio:
Cada sombra suelta cuesta 7,95 euros, aunque a mí me costó 3,48 euros en Polonia. Sí, una diferencia abismal.
Opinión personal:
- Pigmentación: Bastante buena.
- Textura: Tipo mantequilla. No son polvorientas.
- ¿Se difuminan bien? Sí.
- ¿Larga duración? Sí, incluso para un uso diario, aún teniendo el párpado graso, puedo prescindir de prebase. Al menos con los tonos que tengo. Los más oscuros, ya no sé.
- ¿Me gustan? Sí, mucho. Elegí tonos que sabía que utilizaría de manera asidua y así ha sido.
- Precio: Las sombras las compré al precio polaco y eran muy baratas. En España son tres euros más por cada una. Esa diferencia de precio molesta, es la realidad, pero también es verdad que son estupendas y 7,95 euros es menos que los 14 euros que cuesta cada sombra en Mac, por ejemplo.
La paleta vacía no llegó a dos euros en Polonia y aquí la misma cuesta 12 euros. Me gusta mucho el sistema de imán pero diez euros más me parece exagerado...
- ¿Qué me pasó con la vendedora? El stand está en la entrada de Primor. No tengo más remedio que pasar por delante para acceder a la tienda. Y la vendedora, más de una vez, me había asaltado (literalmente) para ofrecerse a probarme productos. Siempre había sido respetuosa y le había dicho que no, porque no me interesaba en ese momento la marca. Me limitaba a un "no, gracias", seguido de una sonrisa amable. Nada más.
Alguna vez sí había echado un ojo y juraría que una vez me probó un colorete, y no recuerdo si otro producto más. No es una marca que frecuentara.
Pues bien, el día del incidente sí quería probar productos para saber qué tal me iban. Su contestación fue, con aire chulesco, que me los probaba pero que los tenía que comprar de manera obligatoria. Hasta aquí ya no hay nada en su defensa porque trata con el público y ese público en ningún momento te ha ofendido. Y entonces, ¿por qué se ofrece tantas veces a probar productos?
Mi respuesta, perpleja, fue que no podía prometerle algo así hasta que supiera si me iban bien. Desconocía esa política impositora de ventas, la verdad. A día de hoy me pregunto cómo alguien puede atreverse a soltar esas frases. Y me dijo que ya me había maquillado muchas veces (algo totalmente fuera de lugar porque no es cierto).
No tuve más remedio que comentarle que era probable que me confundiera con alguna chica que se dedicara a que la maquillaran "gratis", como ella decía, que podía ser, pero que no era yo porque, para empezar, sabía maquillarme y mi contacto con la marca había sido extremadamente limitado. Y continuaron los comentarios de perdonavidas insistiendo en que era yo. Asombroso.
A partir de ahí vinieron contestaciones tras contestaciones. Y mis ojos se salían de las órbitas. Nunca había coincidido con una vendedora tan insolente.
Mi reflexión es que hay una cantidad de gente que hay en paro, formada, agradable, con buen trato al público y con educación... Y va y me atiende alguien "con mucha suerte a nivel laboral". Ahí lo dejo.
- ¿Repetiría? Las sombras son el único producto de los que he probado, a día de hoy, con el que repetiría de Inglot a precio español si necesitara sombras y no encontrara lo que busco en otras marcas. Tienen buena fama pero es que dan la talla y son económicas.
El problema es que para mí el trato es básico y fundamental, por aquello de que todos somos humanos y merecemos un respeto mínimo, y tras el incidente -que en ningún momento provoqué- a pesar de haberlo notificado no recibí ni una explicación o disculpa (gran decepción).
He esperado un tiempo más que prudente y ni una señal de vida... De manera que ahora mismo comprar Inglot... no. Prefiero incluso pagar más a otras marcas pero que me traten de manera correcta y no se encaren conmigo confundiéndome con otra persona. Porque, aunque hubiera tenido razón -no es el caso- al cliente se le trata bien y más si te habla con educación. Algo de lo que la vendedora carecía.
- Pigmentación: Bastante buena.
- Textura: Tipo mantequilla. No son polvorientas.
- ¿Se difuminan bien? Sí.
- ¿Larga duración? Sí, incluso para un uso diario, aún teniendo el párpado graso, puedo prescindir de prebase. Al menos con los tonos que tengo. Los más oscuros, ya no sé.
- ¿Me gustan? Sí, mucho. Elegí tonos que sabía que utilizaría de manera asidua y así ha sido.
- Precio: Las sombras las compré al precio polaco y eran muy baratas. En España son tres euros más por cada una. Esa diferencia de precio molesta, es la realidad, pero también es verdad que son estupendas y 7,95 euros es menos que los 14 euros que cuesta cada sombra en Mac, por ejemplo.
La paleta vacía no llegó a dos euros en Polonia y aquí la misma cuesta 12 euros. Me gusta mucho el sistema de imán pero diez euros más me parece exagerado...
- ¿Qué me pasó con la vendedora? El stand está en la entrada de Primor. No tengo más remedio que pasar por delante para acceder a la tienda. Y la vendedora, más de una vez, me había asaltado (literalmente) para ofrecerse a probarme productos. Siempre había sido respetuosa y le había dicho que no, porque no me interesaba en ese momento la marca. Me limitaba a un "no, gracias", seguido de una sonrisa amable. Nada más.
Alguna vez sí había echado un ojo y juraría que una vez me probó un colorete, y no recuerdo si otro producto más. No es una marca que frecuentara.
Pues bien, el día del incidente sí quería probar productos para saber qué tal me iban. Su contestación fue, con aire chulesco, que me los probaba pero que los tenía que comprar de manera obligatoria. Hasta aquí ya no hay nada en su defensa porque trata con el público y ese público en ningún momento te ha ofendido. Y entonces, ¿por qué se ofrece tantas veces a probar productos?
Mi respuesta, perpleja, fue que no podía prometerle algo así hasta que supiera si me iban bien. Desconocía esa política impositora de ventas, la verdad. A día de hoy me pregunto cómo alguien puede atreverse a soltar esas frases. Y me dijo que ya me había maquillado muchas veces (algo totalmente fuera de lugar porque no es cierto).
No tuve más remedio que comentarle que era probable que me confundiera con alguna chica que se dedicara a que la maquillaran "gratis", como ella decía, que podía ser, pero que no era yo porque, para empezar, sabía maquillarme y mi contacto con la marca había sido extremadamente limitado. Y continuaron los comentarios de perdonavidas insistiendo en que era yo. Asombroso.
A partir de ahí vinieron contestaciones tras contestaciones. Y mis ojos se salían de las órbitas. Nunca había coincidido con una vendedora tan insolente.
Mi reflexión es que hay una cantidad de gente que hay en paro, formada, agradable, con buen trato al público y con educación... Y va y me atiende alguien "con mucha suerte a nivel laboral". Ahí lo dejo.
- ¿Repetiría? Las sombras son el único producto de los que he probado, a día de hoy, con el que repetiría de Inglot a precio español si necesitara sombras y no encontrara lo que busco en otras marcas. Tienen buena fama pero es que dan la talla y son económicas.
El problema es que para mí el trato es básico y fundamental, por aquello de que todos somos humanos y merecemos un respeto mínimo, y tras el incidente -que en ningún momento provoqué- a pesar de haberlo notificado no recibí ni una explicación o disculpa (gran decepción).
He esperado un tiempo más que prudente y ni una señal de vida... De manera que ahora mismo comprar Inglot... no. Prefiero incluso pagar más a otras marcas pero que me traten de manera correcta y no se encaren conmigo confundiéndome con otra persona. Porque, aunque hubiera tenido razón -no es el caso- al cliente se le trata bien y más si te habla con educación. Algo de lo que la vendedora carecía.
¿Has probado Inglot?
¿Algún producto que te encante
o que no te vaya bien?
¿Has tenido alguna experiencia
desastrosa con alguna vendedora?
¡Besos! ¡gracias por tu comentario!