Criticando a Yachiyo

Seguramente sea de las pocas potingueras que diga lo que voy a exponer a continuación, pero es que la brocha Yachiyo me indigna. Estaréis pensando: ¿cómo? ¿va a hablar mal de la brocha que deja con la boca abierta a las potingueras más expertas? Pues sí.

Yo también quería esa brocha, como no. Leía cosas muy buenas sobre ellas y quería que mis mejillas brillaran con luz propia. Eso era antes de que me la regalaran hace unos días y yo recapacitara.

Vamos al lío. Yachiyo, como vemos, es elegante y maravillosa. Su corte es pefecto y el acabado del colorete sobre la piel... es precioso. 

Mi opinión es que le veo muchas carencias a la brocha Yachiyo de NARS. Os la desarrollo en varios puntos:

1. Comenzamos por la presentación. Señoras y señores, una brocha de 57,40 euros va en una caja de cartón (débil) y sin una funda para guardarla. Ese detalle, ya echa para atrás.

 2. A pesar de tener un corte único y ser suave, no veo normal que una brocha de 57,40 euros pierda pelo al lavarla. No tiene derecho, porque cada pelo es un euro.

3. Tampoco puede permitirse el lujo de aclarse. ¿El negro azabache deja de serlo? ¡eso cómo va a ser! ¡Cuesta 9.566 de las antiguas pesetas! Dicho en pesetas, quizás duela más.

4. El acabado del colorete con esta brocha no puedo negar que me gusta mucho, pero tampoco creo que sea necesaria. Otras brochas más económicas también son útiles y funcionales. Quizás, al no ser maquilladora profesional, no sea capaz de mirar esta brocha con los ojos que realmente se merece, pero su acabado tampoco es para ponerle una calle.

5. El mango me parece muy incómodo. Es demasiado delgado y tengo que cogerla por la virola o como se llame esa parte en esta brocha tan peculiar. Además, es una brocha tan pequeñita...

6. ¿Dónde la guardo? No tiene funda y si guardo esta brocha con las demás, se me estropea. Para que no se me estropee, tengo que almacenarla aparte y no puedo vivir teniendo una brocha en una urna de cristal. 

7. El mango se ensucia y no se puede lavar. Hay que tener en cuenta que cuando te maquillas, las manos se van manchando de todos los productos que vas usando. En mi caso, lo último que me aplico es el colorete ya que apoyo las manos sobre la cara para pintarme los ojos. También, uso los dedos para ajustar el tono del corrector a la ojera... Entonces, tengo que lavarme las manos antes de usarla. Sinceramente, tengo una cara que maquillar y dos ojos que difuminar cada mañana como para dedicarle tiempo exclusivo a una brocha que me tenía comido el cerebro.

Conclusión:  Con todo esto, reconozco que queda bien el colorete, no es una brocha para siempre. Si costara 10 o 20 euros, me la quedaría. Así, dentro de unos años, cuando se me estropeara, me compraría otra y ya está. Es un dinero bien invertido. Diez euros de ahora más otros 10 del futuro, 20 euros. Pero es que hablamos de 57,40 euros con forma de brocha que se deteriora y tengo que volver a pagar por otra brocha. Por tanto, aunque me la han regalado, la he devuelto. Quiero demasiado a quien me la ha regalado como para dejar que malgaste el dinero que le cuesta tanto ganar.

¿Os quiero quitar las ganas de Yachiyo?
Para nada. No quiero quitarle las ganas a las chicas que la tengan o las que estén deseando comprársela. Simplemente, he decidido hacer el post porque me he leído una lista interminable de blogs buscando respuestas sobre esta brocha, ya que quería tenerla. En el momento en que me la regalaron, estaba a punto de decidirme por la brocha Yamaco, que es el clon de Yachiyo pero esta última llegó a mis manos. 

El tema de la caída del pelo sí lo he visto en vuestros blogs, pero otros aspectos no. Y me parece importante saberlo todo, aparte de que es bonita y que deja un buen acabado sobre la piel. Lo bonito ya se sabe, pero creo que hay que saberlo todo antes de hacer semejante inversión económica.

Llega el turno del stand de NARS del Corte Inglés del Duque (Sevilla)...

Os muestro la foto de la caja de la brocha con la bolsa de NARS. Muy bonita, ¿verdad?

Pues, cuando me compraron la brocha pidieron alguna muestra en el stand de NARS de El Corte Inglés porque no he usado nunca nada de esta marca. La respuesta fue: no tenemos nada (y las mini tallas allí encima) pero si ella (se referían a mí) quiere probar algo, que se traiga un tarrito y se lo llenamos. ¿Te gastas casi 60 euros y le dices al comprador que se traiga un tarrito? ¿no es mejor captar nuevos clientes? A mí ya cuando me dicen, tráete un tarrito, no vuelvo más.

Otro detalle que me llamó la atención fue cuando fui a devolver la Yachiyo. Estaba enseñándosela a una de las personas que me acompañaban. La Yachiyo de muestra estaba pegada al stand y no se podía coger. Pues bien, no me dio tiempo ni a parpadear cuando me viene una de las chicas del stand con una Yachiyo y una brocha convencional de maquillaje (para que os imaginéis el tipo, era como la de colorete de Mercadona) y me pide que las coja. A continuación, como si me acabara de dar un golpe en la cabeza me pregunta: ¿eres capaz de ver la diferencia entre ambas? Eran la mañana y la noche... no me gustó que me tratara como una subnormal.

¿Qué cara pondríais si os enseñas las dos fotos que os muestro a continuación y os preguntan que si son iguales o diferentes?

La brocha que me mostró era igual que ésta, pero el mango era marrón y la virola, dorada.

Esta es la Yachiyo, como bien sabéis. Muy característica y, sobre todo, cara.

Para flipar, ¿verdad? No contenta con subestimar mi inteligencia,  insistía en que Yachiyo era estupenda. Ni le pregunté, ni dije que quería información sobre la brocha, ni nada. Solo señalé la Yachiyo para que la viera una de las personas que me acompañaban y echar un ojo al resto de productos que veo en vuestros blogs, y ella llegó como cuando caminas por la Medina en Túnez y se te echan encima con el producto en la mano tan solo por mirarlo o señalarlo. Un poco más y se viene a la escalera mecánica...

La crisis está volviendo a las vendedoras insoportables. No a todas, desde luego, porque tengo la suerte de conocer a algunas que merecen mucho la pena y solo te aconsejan lo que realmente te va bien: son auténticas profesionales. Pero otras...  Si esto lo lee alguna vendedora dirá que los jefes les obligan a hacerlo pero creo que hay maneras y maneras. Vamos, el trato de "las muestras no existen" y "¿eres tonta? ¿jugamos a las diferencias?" han propiciado que no me vuelva a acercar a NARS. Tiene que darme una fiebre potinguil que no desaparezca con MAC para me pase por allí.  No es que MAC reparta las muestras como caramelos en la cabalgata de los Reyes Magos, pero a veces se dejan caer. Y mi inteligencia allí permanece intacta.

Siento ser tan sincera pero creo que, quien sea capaz de ser políticamente incorrecta, debe decir las cosas tal y como son. Que las chicas son adorables, ya lo sabemos. Me agobia entrar en una tienda y que se abalancen sobre mí... y habla una que aprecia a muchas dependientas de tiendas de cosméticos y de otros comercios e incluso tiene amigas que viven de eso, pero creo que las clientas y consumidoras de este tipo de productos tenemos cerebro. Y se pasan con nosotras...

Independientemente de esto, me alegro de no necesitar a Yachiyo para seguir respirando. Y con todo esto, sigo necesitando una brocha para colorete así que os agradecería que me recomendárais alguna que sea low cost. No quiero la de MAC ni la de BOBBI BROWN. Quiero algo bueno y económico.

¿Y a vosotras qué os parece Yachiyo? 

¿os encanta? ¿os disgusta? ¿os gustaría tenerla?

 ¿la tenéis y os habéis arrepentido? 

¿qué brochas de colorete a buen precio me recomendáis?

¡Besos! ¡Gracias por vuestros comentarios!