PRESENTACIÓN DEL BLOG

Desde muy pequeña ya disfrutaba en las perfumerías cuando acompañaba a mi madre. No comprendía para qué quería tantas barras de labios, ni tantos botes de crema y… ¿otro colorete? Sin embargo, cada vez que llegaba a casa entre mis juguetes preferidos se encontraban las muestras de maquillajes con las que le obsequiaban. Para mí era un auténtico tesoro y me llamaba mucho la atención contemplarla mientras realizaba su ritual de belleza. En alguna ocasión me regalaba sombras de ojos de niña (típico maletín rosa palo) y mi cara era un poema… ¡si esas sombras no pintan! ¡y el pincel pinchaba! Me resultaba más suave la brocha de mis acuarelas… porque lo cierto es que sentía amor por la pintura, como arte. Sin embargo, no imaginaba que más adelante, al alcanzar una edad respetable, mi madre se plantaría delante de mí con una latita del antiquísimo maquillaje joven de Margaret Astor y una esponjita y me impediría el paso por la puerta. Por mi bien me comentaba amablemente que no se podía salir a la calle así... ¡se refería a mi cara! Y aquel fue el principio del fin: llegaron las máscaras de pestañas, ahora una crema y luego otra, una mascarilla para el cutis, una brocha y otra y otra y otra… hasta que me di cuenta de que, con tantos botes abiertos al mismo tiempo,  vivía ENVUELTA EN CREMA.

Con esto quiero darte la bienvenida a mi blog, potinguera. Y, ante todo, agradecer a todas aquellas que un buen día decidisteis inaugurar vuestros blogs para que chicas como yo nos nutriéramos de ellos. No os conozco a ninguna de las gurús de belleza que estáis inmersas en la red pero para mí es como si estuviera cerca de vosotras porque sigo vuestras entradas desde hace mucho.

En algunos momentos duros de mi vida el hecho de profundizar en este maravilloso mundo, en el que si no difuminas una sombra bien, desmaquillas y vuelves a empezar, me ha servido de terapia. Hay quien se dedica al arte… pues este es nuestro arte y el lienzo, nuestro rostro.

Para acabar, decir que no soy maquilladora profesional, ni dermatóloga, ni nada por el estilo. Mi profesión no tiene nada que ver: soy periodista, amante de la salud, la belleza, la moda y la cocina. Y ante todo, soy una chica normal que también comete sus errores a la hora de aplicarse un producto o no da con la textura adecuada y necesita buscar en la enciclopedia de la experiencia: en vosotras. Siempre agradezco una segunda, tercera, cuarta y quinta opinión. Con el fin de pasar un buen rato, compartir experiencias y aportar mi granito de arena, mis pestañas rectas y mi piel mixta se suben al carro de la blogosfera. ¿Me hacéis un hueco?

envueltaencrema@gmail.com